sábado, 15 de noviembre de 2014

La artesana del vidrio

Una fría mañana de 1890 Joost Steinmann, soplador de vidrio de un pequeño pueblo de Turingia, aparece muerto en su cama. No había llegado siquiera a los cincuenta años y tenía tres hijas que mantener: Johanna, Ruth y Marie. El invierno es duro y las hermanas no tienen manera de ganarse la vida pero tras vender las últimas piezas de vidrio elaboradas por su padre parece que todo empieza a mejorar ya que Wilhelm Heimer, el vecino más rico del pueblo, les ofrece trabajar en su taller realizando labores similares a las que llevaban a cabo con su padre.

Así comienza La artesana del vidrio, la última novela de Petra Durst-Benning que en poco tiempo se convirtió en uno de los libros mejor vendidos de 2014 no sólo en Alemania, país de origen de la autora, sino en todo el mundo.






A través de una narración cuidada y ágil, la autora nos sumerge en la tradición de los sopladores de vidrio y más concretamente en la fabricación de adornos de Navidad, algo que identifica a Lauscha, el pueblo donde se desarrolla la historia, conocida hoy en día como la capital de los sopladores de vidrio de Alemania. Como la propia autora indica al final del libro, es cierto que fue en ese mismo pueblo donde comenzaron a fabricarse los primeros adornos para ser colgados en el árbol de Navidad pero en una época incluso anterior a la que queda reflejada en la novela, mediados del siglo XIX.






La novela está dividida en dos partes que enmarcan la narración en dos momentos determinados: 1890 y 1892. Cada una de estas partes está a su vez dividida en pequeños capítulos dedicados a cada uno de los personajes desde el punto de vista de un narrador onmisciente que nos acerca a los pensamientos y preocupaciones más profundos de todos ellos.

Johanna, Ruth y Marie se presentan como tres hermanas desvalidas que ante la repentina muerte de su padre se ven obligadas a enfrentarse a un mundo decimonónico donde las tradiciones están fuertemente arraigadas. Johanna tiene mucho carácter y un tesón que le lleva a ser la que menos miedo tiene a emprender una nueva vida, Ruth es enamoradiza y soñadora, algo que le provoca un gran sufrimiento y Marie es, en ocasiones, fría y obstinada pero también tremendamente creativa y sus creaciones suponen el comienzo de un nuevo rumbo en su vida. Estos caracteres se van forjando con el pasar de las páginas a medida que el narrador omnisciente cambia con cada capítulo el enfoque de una hermana a otra, lo que provoca que vayan adquiriendo cada vez más complejidad y que aumente la ambigüedad del propio título, escrito en singular.

Al poco de comenzar llega un momento en el que la historia se desdobla y asistimos a tres historias paralelas, las de las tres hermanas, cuyos caminos no podían parecer más diferentes: Johanna aprende la profesión de vendedora, Ruth se consagra a su amor por Thomas y a la búsqueda de una vida junto a un marido y Marie da rienda suelta a su carácter creativo y comienza a soñar con ser sopladora de vidrio, algo hasta el momento reservado a los hombre de las familias de Lauscha.

Asistimos pues al retrato de la sociedad europea de la época donde el machismo y la sumisión imperaban en la vida cotidiana de la mujer. En este sentido nos encontramos con malos tratos, abusos de poder y sometimientos pero también con dulzura, cariño y amor, mucho amor, fraternal, imposible, lejano y hasta tóxico.




Estos tres personajes principales están rodeados de multitud de caracteres secundarios, entre los que cabe destacar al señor Strobel, quien supone el contrapunto psicológico al resto de personalidades más “mundanas” que impregnan la trama con la mayor normalidad. Strobel es el encargado de enseñarle un oficio a Johanna y le abre las puertas a un mundo nuevo, el mundo de los negocios, pero su ambigüedad hace que en un principio no sepamos si nos encontramos ante un alma caritativa que sólo busca ayudar o ante un viejo depravado que pretende aprovecharse de la juventud e inexperiencia de Johanna. Su historia está llena de iniciales que ocultan las identidades de sus compañías, algo en lo que no se inmiscuye el narrador, tal vez un recurso de la autora para dotarle de un mayor interés.

Precisamente, el tratamiento de este personaje es el verdadero fallo de la novela. Strobel peca de ser un carácter con una gran complejidad, lo que llega a convertirlo incluso en alguien más interesante que las propias protagonistas. El problema está en que su historia no finaliza, sino que simplemente desaparece provocando una sensación de “quiero y no puedo” y sin dar respuesta a tres grandes interrogantes: quiénes se esconden tras las misteriosas iniciales, cuál es el negocio al que tanto alude en sus pensamientos, qué tipo de perversiones le mueven a comportarse como lo hace.

Justamente la perversión de este personaje está directamente relacionada con uno de los autores más perversos donde los haya: Donatien Alphonse François de Sade, el Marqués (1740-1814). En un par de ocasiones se menciona su nombre a propósito de un libro que puede haber caído en la manos menos adecuadas. La personalidad y las actitudes de Strobel tienen mucho que ver con las obras del Marqués, en el sentido de buscar a jóvenes ingenuos y sumisos para introducirlos en el mundo perverso de sus fantasías sexuales basadas en la dominación y el castigo, como queda patente en algunas de sus obras más conocidas como Filosofía en el tocador o Justine o los infortunios de la virtud.






Con un nivel de protagonismo hasta cierto punto menor, también tiene importancia la alusión al personaje de Franklin Woolworth, un comerciante que existió en realidad y que se encargaba de exportar a América toda suerte de adornos para árboles de Navidad.

En el final, al igual que en algunos puntos de la trama, los desenlaces protagonizados por las tres hermanas son bastante previsibles y en ocasiones incluso fáciles, pero esto no es algo que reste demasiado atractivo a la narración, que parece estar más centrada en mostrarnos la evolución personal de las protagonistas. Se trata de un final profundamente marcado por las diferentes historias de amor que envuelven la trama.

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