viernes, 20 de noviembre de 2015

Assur

"A furare normannorun libera nos Domine"

Francisco Narla es un escritor y comandante de línea aérea nacido en Lugo y Assur es el título de su tercera novela, publicada a mediados de 2012, donde nos sumerge en la Europa medieval del siglo X, plagada de pueblos y reinos que pugnan por destruirse unos a otros bajo unas creencias muy diferentes pero en nombre de un deseo tremendamente común: la codicia.



El verano del año 968 está llegando a su fin cuando una mañana, en Outeiro, uno de los asentamientos surgidos durante la Reconquista en las proximidades del río Ulla, Assur y su lobo Furco tratan de mantener el silencio perfecto para que piquen los peces y así poder llevar a su casa algo fresco que comer. Sin embargo, esta tranquilidad no dura mucho, ya que aparece Ilduara, su hermana pequeña, con el cometido de lavar la ropa en el río. Al poco tiempo se dan cuenta de que algo está pasando en el pueblo, inmensas nubes de humo salen de detrás de los árboles y los niños, asustados, comprueban que Outeiro ha sido atacado por los normandos, hombres enormes y fieros bajo cuya amenaza, hasta ahora invisible, llevan años viviendo.

En vista de que no pueden quedarse en el pueblo y de que no hay esperanzas de encontrar al resto de su familia, Assur decide acudir a Ludeiro, un pueblo cercano para comprobar si ha podido librarse del feroz ataque normando. A partir de este momento, los acontecimientos se suceden de manera vertiginosa, Assur no es consciente del paso del tiempo ni de su propio cansancio, comprueba que Ludeiro también ha sido masacrado y descubre que su hermana, a la que dejó en una pequeña cueva para protegerla hasta su regreso, ha desaparecido.

Desolado, llora sin consuelo hasta que se queda completamente dormido. Por la mañana escucha ruidos y se encuentra con Gutier, el infanzón leonés del conde Gonzalo Sánchez, que viaja a tierras gallegas para cumplir una importante misión: comprobar los rumores acerca de la muerte del obispo Sisnando y obtener toda la información posible acerca de los ataques normandos. Una vez recabada la información, y enternecido por la difícil situación de Assur, Gutier decide hacerse cargo del joven y llevarlo al castillo del conde, donde se convertirá en su mentor.

Durante los años siguientes y bajo la tutela de Gutier, la vida de Assur se desenvuelve en un ambiente de aprendizaje promovido por el apoyo de otros dos personajes fundamentales: Weland, un normando que lleva años viviendo como mercenario a las órdenes del conde, y Jesse ben Benjamin, el médico judío del castillo que comparte toda su sabiduría con el protagonista, un aprendizaje que le será imprescindible para vengar la muerte de su familia y reencontrase con sus hermanos. Pero será la batalla en el estrecho de Adóbrica la que suponga el comienzo de la aventura que le espera a Assur en los años siguientes: será apresado y llevado a las frías tierras del norte, de donde se escapará y sobrevivirá como ballenero estacional hasta que conseguirá enrolarse en el barco de Leif Eirikson, hijo del temido Eirik el Rojo, fundador de las colonias de Groenlad.




Atraídos por la enorme riqueza de Compostela (Jacobsland en las sagas nórdicas), erigida en la edad media como símbolo de la Cristiandad, entre los siglos IX y XII los vikingos asolaron parte del reino de Galicia. El significado más aceptado del vocablo "vikingo" es el que los describe como un pueblo que, a través de expediciones marítimas, saquea tierras lejanas. Pero antiguamente, tal y como ocurre en el libro, se les conocía como "normandos" en un intento por incluirlos dentro de un grupo racial: los hombres del norte, ya que provenían de lo que hoy en día es Dinamarca, Suecia, Noruega, Islandia y Groenlandia. En este sentido, el término puede resultar algo confuso, sobre todo si se tiene en cuenta que también se utiliza y se utilizó en su momento para referirse a los habitantes de Normandía.





A lo largo de la historia, el autor va desgranando minuciosamente gran multitud de personajes, cada uno de ellos con un protagonismo crucial en las distintas etapas por las que pasa Assur. Se reparten en dos grupos.

Por un lado, están los personajes ficticios que, junto con Assur y los ya mencionados Gutier, Weland, Jesse ben Benjamin e Ilduara, se encuentra Thyre. Los cinco representan diferentes mundos que convergen en una misma trama pero desde escenarios casi opuestos y que ayudan a Assur a madurar en diferentes aspectos: el típico caballero medieval para el que valores como el coraje y la honestidad son lo más importante, el prototipo de bárbaro normando que impone con su sola presencia y que instruye a Assur en los placeres de la vida, el médico judío a quien se le encarga la formación intelectual del muchacho, la hermana desaparecida que enciende el motor de la venganza en el protagonista y, ¿qué decir de Thyre?, no hay historia que se precie sin un amor de esos que vuelven el corazón del revés.

El otro grupo lo conforman personajes históricos que han sido tomados prestados directamente de las escrituras nórdicas y de la historia del propio reino de Galicia. Así, tienen especial relevancia guerreros escandinavos como Eirik el Rojo quien, aprovechando el exilio al que fue obligado expandió los territorios vikingos más allá de Islandia, su hijo Leif Eirikson, un joven que precedido por la fama de su padre va en busca de lo desconocido, Olav I de Noruega, el monarca que intentó extender la doctrina cristiana por las tierras del norte, Ramiro III, que fue proclamado rey con tan sólo cinco años, o el obispo Sisnando, hombre de fuerte carácter que luchó fervientemente para defender la costa gallega de los ataques normandos.




A grandes rasgos, son los del primer grupo los que llevan el peso de la historia, siendo los segundos los que enmarcan la trama en un contexto específico, una Europa medieval caracterizada por las conquistas y reconquistas, invasiones y sabotajes.


La novela está estructurada en tres libros dedicados a las tres grandes etapas de las que se compone la historia de Assur. A su vez, cada libro está dividido en varios capítulos escritos en tercera persona donde se ofrece una visión completa de cada personaje y cada situación; el autor pone al lector en una situación en la que es capaz de entrar en la mente de cada uno y ser partícipe de sus pensamientos, lo que dota al argumento de mayor riqueza. Además, el hecho de que los capítulos no sean extensos evita, por un lado, que las múltiples descripciones puedan resultar tediosas, y por otro, perder el hilo de las historias que transcurren en paralelo.

En su novela, como ya ocurría en Los lobos del centeno, Francisco Narla busca la manera de hacer un guiño a su propia tierra (que es también la mía). En este caso, la alusión es total por tratarse de uno de los escenarios principales en los que se desarrolla la trama, de manera que aparecen nombrados lugares como Lugo, Chantada o Palas de Rei.

Especial me parece la referencia que se hace al descubrimiento de Vinland, la actual Terranova, por parte de Leif Eirikson a finales del siglo X, algo que aparece descrito en las sagas nórdicas y que se ha venido estudiando en los últimos años. Esta región aparece dibujada en el Mapa de Vinland, un mapamundi supuestamente del siglo XV cuyas sospechas de falsedad son cada vez más crecientes.



A pesar de la poca información que ha quedado de las incursiones vikingas en tierras gallegas, que se reduce básicamente a las crónicas de los reinos cristianos y a las "literarias" sagas nórdicas, en Galicia son varias las celebraciones y yacimientos relacionados con esta época: pueden destacarse la Romería Vikinga que se celebra en Catoira (Pontevedra) el primer domingo del mes de agosto para conmemorar la resistencia a los ataques normandos de hace mil años, o el yacimiento de Os Moutillós en O Vicedo (Lugo), un enclave parece que de características similares a las fortificaciones normandas del norte de Europa.




Finalmente, y como ayuda al lector, el libro cuenta con un interesante apéndice con notas y referencias que enmarcan aún más si cabe la historia de Assur. En él queda claro que los acontecimientos históricos relatados son verdaderos pero no así las fechas, ya que algunas se han adelantado o retrasado intencionalmente para tratar de ser coherentes con la biografía del protagonista. Aún así, se echa en falta un glosario con la traducción de algunos de los términos nórdicos que aparecen citados, que no son pocos.